La Curva de la Felicidad en la Obra

Entre estas dos fotografías de obra hay una gran diferencia.

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En ambas pueden verse aún los cables de las instalaciones, el material apilado para su colocación, la pastera, los bidones y cubos para el agua, varias personas trabajando simultáneamente, algo de suciedad… Pero la diferencia no está en los trabajos, sino en el estado de ánimo de sus habitantes y tiene que ver con una variación de pendiente de lo que denominamos la Curva de la Felicidad en la Obra (CFO).

La curva es la representación de las variantes tiempo transcurrido de la obra (x) y estado de ánimo de los usuarios (y). Esta función [y = f(x)] es «contínua, períodica y trascendente«, y tiene una forma parecida a la función coseno: y = cos(x), aunque con mayores oscilaciones.

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Una vez que hemos decidido ponernos manos a la obra, ya sea gestionándola nosotros mismos o confiando en alguien esta tarea, nuestro estado de ánimo va a sufrir cambios según la etapa en que se encuentren los trabajos. Es importante conocer las distintas etapas para poder comprender por qué tenemos cierto tipo de sentimientos. La CFO es una herramienta ideal para situarlos en su contexto y así entenderlos. Aunque es aplicable a todas las fases del proyecto, tiene especial importancia durante las obra, ya que es ahí donde realmente vemos y tocamos lo hasta ese momento era una imagen mental.

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Será de gran ayuda poder recurrir a la gráfica para establecer un punto de apoyo, porque hay momentos en cada una de las etapas del proyecto en que parece que todo pierde sentido: nos guiamos por los estímulos y sensaciones del momento y olvidamos las razones por las que decidimos tal o cual cosa. La intensidad de las sensaciones aumenta si es el propio usuario el que decide hacerse cargo de la gestión de la obra utilizando el Manual de Instrucciones, pues asume toda la responsabilidad de sus decisiones.

No queremos analizarla detalladamente, pero a continuación exponemos una gráfica en la que, a grandes rasgos, pueden distinguirse los siguientes momentos:

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  • (1) En los momentos previos al inicio de la obra. El nivel de felicidad no es excesivamente alto: está todo por hacer. Pero el nivel energético de los usuarios (NEU) es elevado y sin fisuras. Por eso hay oscilaciones en la curva. Están decididos. La vivienda invita al trabajo, se realizan varias visitas con algunos de los oficios para ir ajustando presupuestos, se mira una y otra vez la casa y la idea de promesa se respira en el ambiente.
  • (2) Cuando tienen lugar los derribos o excavaciones junto con los replanteos. La visión de todo el espacio disponible que contendrá la nueva vivienda provoca un aumento sensible de la felicidad de los usuarios. Todo es posible dentro de la amplitud de la vivienda sin divisiones interiores.
  • (3) Durante la construcción de las particiones que van a definir los distintos ambientes se producen fluctuaciones en la felicidad: algunos espacios parecen mayores de lo que pensábamos y otros más pequeños. Estas primeras delimitaciones del espacio (primeras formas, luces, etc.) provocan la aparición de nuevas posibilidades de distribución de la vivienda y con ellas una cierta inquietud: ¿continuamos con el plan? ¿decidimos algún cambio? Aquí es importante recordar por qué decidimos la variante sobre la que estamos trabajando. A partir de ahí cualquier cambio es posible si se corresponde a las necesidades y deseos de los habitantes.
  • (4) Una vez que decidimos seguir adelante con la opción de vivienda (incluyendo cambios) tenemos que negociar con los distintos agentes (oficios) que van a intervenir en la obra y contrastar soluciones y costes. Este momento es delicado, pues las decisiones, las incógnitas, las dificultades, los contratiempos, las esperas, etc. se multiplican por cada una de las tareas que deben hacerse y aumentan exponencialmente. Esta fragmentación en oficios conlleva un descenso de la felicidad en obra: la responsabilidad se diluye y los tiempos se alargan.
  • (5) Para contrarrestar la multiplicidad de faenas en la obra es necesario concertar encuentros entre oficios distintos y calendarizar trabajos. Así podremos establecer secuencias más o menos continuas en la realización de los trabajos, aunque las fechas no sean totalmente exactas.
  • (6) A medida que se acerca el final de la obra se produce un choque de sentimietos encontrados. Por un lado, se vislumbra el final de la obra: muchos trabajos concluyen (instalaciones) y no vuelven a aparecer por la obra. Pero, por otro, no se ve nunca el final: algunos trabajos dependen de otros y nunca llega el momento de realizarlos. Estos provoca incertidumbre en el usuario y fluctuaciones en la curva: parece que nada está terminado del todo.
  • (7) En el momento en que empiezan a finalizarse elementos concretos es cuando la CFO experimenta un ascenso importante. El usuario tiene la gran satisfacción de ver «cosas acabadas» y éstas se corresponden con sus imágenes mentales e incluso las mejoran.
  • (8) Cuando la obra llega al final nadie se lo cree. Y menos los habitantes. Esta conclusión lleva al escepticismo y a una cierta desilusión generados por el cansancio. En el habitante tiene lugar un proceso de descompresión y de relajamiento, pero no de alegría. Esta vendrá después, cuando comencemos a darnos cuenta de la heroica tarea que hemos llevado a cabo.
  • (9) Para poder observar con perspectiva el trabajo realizado, tiene que pasar un cierto tiempo desde el final de la obra: semanas o meses. La curva tiene forma logarítmica y crece hasta estabilizarse a medida que los habitantes van utilizando la vivienda.

Hasta aquí la breve panorámica de la Curva de la Felicidad en la Obra. Continuaremos aportando datos y ampliando la información a partir de las obras que tenemos entre manos.

7 thoughts on “La Curva de la Felicidad en la Obra

  • ¡Genial! 😀 ¡Esto lo vamos a usar mucho!
    Anoto cositas para la próxima versión:
    – creo que no hay subida en la etapa 5… aunque haya una buena planificación, como mucho el valle no es tan profundo o se acorta en el tiempo, pero ese momento es de depresión porque de toooodo lo que podía ser, decidimos algo y cerrar caminos siempre duele un poco. Además es como cuando te pruebas un vestido sólo hilvanado, aunque te guste el material que has elegido y la distribución, el efecto que ves no es el definitivo y se desluce un poco.
    – hay subida en la etapa 7 pero no sé si tanta, te alegras de acabar pero aún ves todos esos fallos y cada azulejo te recuerda la discusión que tuviste con los implicados (oficios o familia ;)) Y ahí llegamos a la 8…
    – la subida final es como la pones tal cual, progresivamente vas disfrutando de la casa y en el día a día es cuando empiezas a quererla y a disfrutar de lo que te habías imaginado.

    Se te olvidó una cosas muy importante, la peli que mejor refleja esto es: «Esta casa es una ruina»
    http://www.youtube.com/watch?v=boNlEQIbQBM

    Creo que sólo este post y lo que supone ya da para toda una vida de trabajar 😉

    • 🙂 ¡Qué grande el vídeo!
      ¡Totalmente de acuerdo en tus apuntes!
      En (5) quería hablar de los momentos en que, tras alguna reunión con los implicados, se llegan a pactos que al principio eran más ambiguos. La subida en la curva tendría que ver con la cierta alegría que se desprende de los compromisos a los que llegas. Aunque puede que no sea exactamente alegría… Consultaré con José Antonio Marina, jeje
      Puede que el exagerar la subida en (7) se deba a que una pequeña alegría en ese momento vale mucho, pero quizás sea demasiado, sí…

      Pues sí, este estudio da para un tiempo… ¡Vamos trabajando sobre él y desarrollando los puntos en base a la práctica! ¡Que cada obra es un mundo!

      ¡Gracias por el comentario!

  • Muy interesante! desconocía la CFO, pero desde luego que coincide con lo que se vive en la obra… la pena es que del (9) muchas veces no llega el feedback al equipo que ha trabajado en la construcción .

    un saludo Alfonso 😉

    • ¡Hola, Juanma!
      🙂 Jeje, sí, la CFO es un término que llevamos tiempo rumiando y ahora lo sacamos a la luz para trabajar sobre él e ir puliéndolo…
      ¡Muy cierto lo de la falta de feedback al final! Supongo que es necesario dejar pasar un tiempo para poder retroalimentarte del trabajo realizado, pero luego es más difícil, porque se va desvaneciendo la tensión propia de esos momentos… ¡hay que investigar buenas prácticas en ese punto!
      ¡Gracias por comentar!
      ¡Saludos!

  • Por si os sirve de utilidad podéis comprobar resultados con un mood tracker, hay apps para móviles muy sencillitas que te van pidiendo tu nivel de felicidad día a día y luego podéis descargar los datos y compararlos con vuestras hipótesis. Como experimento estaría chulo 🙂

    • ¡Qué guapo! ¡Voy a proponerlo! 🙂
      Y cada día que vayan a la obra van midiendo su estado de ánimo. Así también puede compararse la felicidad por obras según tipo, duración, etc.
      ¡Gracias!

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