Emprendedores Artesanos

En aRRsa! ya hace  un tiempo que venimos explicándonos a nosotros mismos como «emprendedores artesanos». Y hoy queríamos hacerlo explícito. En palabras de los indianos:

Llamaríamos emprendedores artesanos a aquellos emprendedores que:

  • Crean empresas para trabajar en ellas y no para especular con ellas haciendo de las rondas de financiación un verdadero modelo de negocio y de la venta de participaciones a un futuro gran comprador el objetivo último de su trabajo.
  • Enfocan su trabajo entendiendo que los objetos y servicios que se ofrecen en el mercado son portadores de mundos, de proyectos sociales y visiones morales.

Y por tanto en su proyecto empresarial generan inherentemente el bienestar social producto de todo proyecto empresarial sostenible y honesto.

A continuación algunos fragmentos de textos indianos. Una introducción a lo que podemos decir que adoptamos como plan de trabajo de nuestra comunidad de emprendedores artesanos:

– La medida del éxito debe ser el mercado, aún en la empresa social:

Empresa social es aquella cuyo objetivo central y declarado es la generación de un incremento sostenido y sostenible de riqueza y bienestar para la comunidad real en la que se asienta y desarrolla. (…) No es una definición inocente. Incrementar la riqueza de una comunidad implica necesariamente producir. (…) Hacerlo de manera sostenida en el tiempo, implica generar autonomía. Si el proyecto depende fundamentalmente en sus ingresos de una institución, una persona o una campaña de donaciones, habrá generado nuevas dependencias. Y aunque estas parezcan más confortables que la situación de partida, no se habrá generado riqueza, sino simplemente se habrá distribuido un dinero con una excusa: pan para hoy hambre para mañana. (…) Frente a la dependencia de la dadivosidad de otros sólo hay una alternativa: acceder y tener éxito en el mercado. Es decir, hay que generar valor, hay que producir eficientemente y hay que orientarse, comunicar y satisfacer a los consumidores. (…) La autonomía así conseguida, es la medida y el medio de una empresa social, tome la forma jurídica que tome.

– La autonomía se consigue generando conocimiento, y la riqueza para la comunidad, liberándolo (primero va el adquirir conocimiento y aplicarlo y luego el diseño y la innovación)

(…) Navegar y no ser arrastrado suponen -y esta es la gran enseñanza de MCC- generar conocimiento lo que a su vez permite independizarse de las rentas de los que patentaron o innovaron antes, y a partir de ahí incorporar diseño e impulsar la innovación. Supone antes de nada, invertir en las personas a través de la educación sin equivocar el foco, porque como decía Arizmendiarrieta: «el cooperativismo es un medio para la educación y no al revés» y ese medio fundamental es impensable sin el mercado al cual el mismo alimenta.(…) (ejemplo) el software libre, más que ninguna otra cosa, ha nivelado el terreno de juego convirtiendo lo que hace diez años era alta tecnología en posibilidad real para todos. Ha sido, desarrollado por voluntarios, empresas, grandes profesionales, amateurs, hackers, comunicadores, activistas… empeñados en financiar, crear y mantener el primer bien público universal.

(…) esta misma lección ha de ser leída e interpretada (…) por las empresas sociales: si su producción no está encontrando salida, si no acaban de hallar la rentabilidad en el mercado, no sólo es que esté comprometida su sostenibilidad, es que algo está fallando en el aporte al entorno que es su objetivo final. (…) ¿Qué aprendemos de esto? Qué las redes generadas en torno al conocimiento libre no conocen de fronteras, pero si conocen de responsabilidad. Responsabilidad con las personas y las iniciativas que se sustentan sobre ellas.

– Es importante implicarse en comunidades de desarrollo del conocimiento

(…) Gracias a él (software libre) han surgido decenas de miles de empresas en países sin acceso al capital o, en los países centrales, desde entornos sociales en los que plantearse montar empresas de base tecnológica sería impensable sin ello. (…) El mundo de las empresas de software libre ha enseñado a los emprendedores que hay una forma de crecer, ligada al conocimiento libre, que transforma la reglas: cuanto más se implica la empresa en el desarrollo de la comunidad, más oportunidades de desarrollo sostenido y sostenible tiene a partir de sus productos. (…)

– El objetivo final es aprender para ser más libres

(…) ninguna tecnología es más productiva que la educación y la democracia (…)

– En resumen:

(…) Empresas sociales, sí, pero también empresas democráticas, decididas a incorporar un fuerte elemento tecnológico sea cual sea el sector en que se desarrollen, centradas en las personas, empeñadas en servir a las comunidades y redes a las que sustentan, generadoras de conocimiento libre y sobre todo… apasionadamente arrebatas por el reto del mercado.

Con este código genético, las personas, por medio de las empresas, generarán bienestar y riqueza en su entorno. Riqueza gracias al conocimiento y bienestar gracias al «hackeo» del medio en el que desarrollan su actividad.

(…) Un comercio creciente necesita nuevos medios de pago y fianciación y la red de relaciones de la Calimala servió para montar la primera gran red financiera europea. En poco tiempo la banca se convertiría en uno de sus principales negocios. (…) La Calimala se centraría progresivamente en el cambio y la banca, convirtiéndose en poco tiempo en uno de los principales prestamistas de Europa. En un mercado tan joven como arriesgado, las casas reales, el papado y los armadores pagarán felices unos tipos del 30%. Las garras que habían llevado fardos, apretaban ahora el cuello de las clases del viejo mundo. Pero las finanzas son delicadas si el poder político no es estable. El águila exigiría pronto reinar. (…) Los gremios hackearon el orden establecido, no lo reformaron. No se hicieron cargo universalmente de los problemas y las miserias del mundo de los señores como si fueran propias, simplemente expandieron una lógica de cohesión alrededor del núcleo firme de sus propias estructuras. Y así, por interconexión, crearon un mundo alternativo y superpuesto al socialmente imperante, de ciudades libres conectadas por redes comerciales. (…)

Lo que en otros lados se ha llamado «arranque dual«.

Así, cada «comunidad con empresas» utilizará sus técnicas  y negocios para impulsar y desarrollar sus ideales éticos y crear esa realidad que se adapte a sus necesidades, y no al revés. Servicio a servicio, producto a producto, las empresas y las técnicas irán cambiando, las personas irán aprendiendo, y la historia de la comunidad irá creciendo.

El aprendiz no sólo recibía conocimientos, sino que los recreaba, reviviendo a través de su propia carrera como artesano la historia y los logros del Arte en su conjunto.

Pero las posibles formas de crecimiento y de incorporación a la empresa-comunidad las dejamos para otro día.

La imagen es nuestra, una foto de los olivos que, según la leyenda, Vasco Quiroga plantó en Tzintzuntzan, uno de los once pueblos con comunidades artesanas situados alrededor del Lago de Patzacuaro. La tomamos en 2009, cuando estuvimos en México.

5 thoughts on “Emprendedores Artesanos

  • Alfonso M Cuadrado Mulero

    11/09/2012 at 12:12 pm Responder

    ¡Gran metapost!

    Como aprendiz de emprendedor artesano y relacionado con el plan de trabajo desarrollado últimamente, se me ocurre:

    Mientras se define con precisión la comunidad real que construimos a nuestro alrededor, ha sido un objetivo principal desde el inicio buscar líneas de acción en las que no dependamos de un aporte externo para poder introducir productos innovadores en el mercado.
    Decimos al unísono ¡la producción… al poder! como en aquella famosa canción…

    Para esta producción, y ante el reto de la innovación en el diseño y producción de prototipos experimentales, es necesario por nuestra parte inversiones iniciales de capital riesgo que nos permitan construirlos y comprobar sus funcionalidades.
    Pero además, estas inversiones riesgo, en algunos casos, también deben ser hechas por nuestros clientes y para lograrlo deben tener confianza en la empresa.

    Esta confianza parte de una relación seria y transparente. También de la creación de vínculos, con clientes y otras comunidades, en los que exista un afán por la aventura e ilusión por materializar los deseos, arriesgando una parte de lo que tenemos.

    Y en esas estamos…

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