Táctica Urbana

Frente al desarrollo de proyectos al uso, en aRRs a! trabajamos preferentemente en el desarrollo de estrategias y tácticas, desarrolladas mediante la creación de mapas. Los consideramos una potente herramienta para la descripción, planificación y operación sobre el territorio. Utilizamos la capacidad productiva de los mapas como herramientas de trabajo frente a la simple representación de una realidad fijada de antemano, no sólo por su mayor capacidad operativa sino también por las enormes implicaciones políticas que históricamente ha tenido la representación del territorio a la hora de asignar valor a las distintas capas de la realidad.

En este caso el mapa parte de un lugar geográfico ficticio donde se sitúan elementos de paisaje, parcelarios, accidentes geográficos, etc. y en el cual se podrían ir formando redes de producción y transporte de energía (eólica, hidroeléctrica), transporte de materiales (vertederos, material reciclado) y transporte de agua dependiendo de las capacidades tecnológicas distribuidas de los habitantes; formándose en un futuro núcleos residenciales, industriales o de almacenamiento, según las distancias a las diferentes energías.
Distribución de prototipos relativos a las capacidades tecnológicas

En los trabajos de aRRs a! en los que los «clientes» no están en una situación de poder y control respecto al territorio en el que pretenden desarrollar sus actividades, hablamos de tácticas. En ellas el mapa juega el importante de identificación de las oportunidades y de las fuerzas que se despliegan en ese territorio para adivinar cómo aprovecharlas para los propios fines.

Otro ejemplos, en los que se mapean los instrumentos de gestión y planificación de las instituciones y empresas que controlan un territorio para apropiarse de sus lógicas y conseguir otros fines.
Baixa de Lisboa identificando patrimonio a rehabilitar, las instituciones que participarán en la rehabilitación y las estrategias de rehabitación propuestas por la administración


Huerta de Alicante identificando las infraestructuras de gestión del agua existentes y propuestas con sus lógicas de producción agrícola para compararlas entre ellas


Municipio de la montaña alicantina según las instituciones que intervienen en su planeamiento, las figuras que utilizan para controlarlo, describirlo y reconstruirlo y las posibilidades de intervención


El Municipio anterior con el despliegue de las tácticas digitales y naturales, de reconstrucción, uso y catalogación, propuestas para su reutilización

Respecto a la diferencia entre estrategia y táctica, Michel de Certeau la explica muy bien en La invención de lo cotidiano I. Artes de hacer

“Llamo estrategia al cálculo de relaciones de fuerzas que se vuelve posible a partir del momento en que un sujeto de voluntad y de poder (una empresa, un ejército, una ciudad, una institución científica) es susceptible de aislarse de un ‘ambiente’. La estrategia postula un lugar susceptible de circunscribirse como un lugar propio y luego servir de base a un manejo de sus relaciones con una exterioridad distinta (los clientes o los competidores, los enemigos, el campo alrededor de la ciudad, los objetivos y los objetos de la investigación). Como en la administración gerencial, toda racionalización ‘estratégica’ se ocupa primero de distinguir en un ‘medio ambiente’ lo que es ‘propio’, es decir, el lugar del poder y de la voluntad propios. La racionalidad política, económica o científica se construye de acuerdo con este modelo estratégico.
Por el contrario, llamo táctica a un cálculo que no puede contar con un lugar propio, ni por tanto con una frontera que distinga al otro como una totalidad visible. La táctica no tiene más lugar que el del otro. Se insinúa, fragmentariamente, sin tomarlo en su totalidad, sin poder mantenerlo a distancia. No dispone de una base donde capitalizar sus ventajas, preparar sus expansiones y asegurar una independencia en relación con las circunstancias. Debido a su no lugar, la táctica depende del tiempo, atenta a ‘coger al vuelo’ las posibilidades de provecho. Necesita jugar constantemente con los acontecimientos para hacer de ellos ‘ocasiones’. Sin cesar, el débil debe sacar provecho de fuerzas que le resultan ajenas. Lo hace en momentos oportunos en que combina elementos heterogéneos, pero su síntesis intelectual tiene como forma no un discurso, sino la decisión misma, acto y manera de ‘aprovechar’ la ocasión. Caza furtivamente. Crea sorpresas. Le resulta posible estar allí donde no se le espera. Es astuta”

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