El pasado domingo 1 de dicimebre no faltamos a una de nuestras citas anuales con el folk-punk-rural: El X Certamen de Folklore Tradicional Campo de Lorca.
Este año el encuentro llegaba a su décima edición. Esto no es nada fácil de conseguir, pues mantener un evento de este tipo supone un esfuerzo enorme y además doble: consevar vivos el entusiasmo y las raíces músicales populares, propias de pequeñas localidades aisladas con escasos recursos para su difusión (…) y luchar contra la apatía y el escepticismo que, desde ciertas instituciones locales, fomenta su decadencia y desaparición, como ya hemos comprobado en otras ocasiones.
Aunque su origen (en el siglo XVI) se debe a la recaudación de fondos para las almas (Cuadrillas de Ánimas), actualmente relajan su misión religiosa en favor de la abundancia pagana. En estos encuentros la comidas y las bebidas son copiosas (en definitiva los músicos y los visitantes proceden del mundo de la agricultura y ganadería, en su mayoría) y las cuadrillas son las encargadas de misiones esenciales como amenizar los bailes y otros festejos, por ejemplo, en celebraciones próximas a la Navidad.
Pero el verdadero asunto de este post es apuntar las primeras notas para la teoría que estamos desarrollando. Podría enunciarse así: las cuadrillas, a través de sus diferentes tipos de composiciones (seguidillas, pascuas, malagueñas, jotas murcianas, seguidillas manchegas, gandulas y parrandas), son una ramificación rural la evolución musical rural equivalente al punk rock en su estado original (el de Londres y Nueva York de los años 1974-76) sin el componente eléctrico.
Esta afirmación, que iremos afinando con el tiempo podemos comenzar a exponerla, brevemente, en los siguientes puntos:
- Las agrupaciones musicales están compuestas, en su mayoría, por músicos aficionados. El aprendizaje de los nuevos miembros se realiza mediante la práctica. No importa la edad de los componentes (son multigeneracionales) sólo la necesidad de expresar algo a través de la música.
- Las canciones tienden a ser más cortas que en cualquier otro género. Melodías simples de corta duración, pocos arreglos, y, generalmente, compases y tempos rápidos. Aquí apuntamos una subteoría: en el Punk «las líneas de guitarra se caracterizan por su sencillez y la crudeza del sonido amplificado, generalmente creando un ambiente sonoro ruidoso o agresivo» (Wikipedia). Puesto que la música de las cuadrillas se realiza desenchufada, pero con un mayor número de componentes, la forma que tienen de alcanzar estos ambientes sonoros envolventes es mediante la repetición, la superposición de la misma melodía tocada con múltiples instrumentos acompañada por múltiples voces (algunas distorsionadas). La forma de tocar es enérgica y acelerada.
- Las letras de las canciones son simples y directas, a veces profundas como haikus y otras inocentes y estúpidas como conversaciones de instituto. Pero todas ellas encierran un cierto tipo de conocimiento. Las composiciones son anónimas, o se olvidó su origen, y siguen un camino de ida y vuelta: las recitan los auroros a sus oyentes; éstos se apropian de ellas y las utilizan como frases hechas en su vida cotidiana, lo cual fomenta un comunal de historias que nutre las siguientes composiciones.
Una particularidad de las cuadrillas son los troveros: improvisadores de coplas (para los aguilandos principalmente, también para las «malagueñas trovás» y otras piezas) herederos de la tradición de improvisación de los trovadores provenzales, que de vez en cuando se juntan y baten en batallas de rimas improvisadas, los «choques», a menudo con contenidos mordaces y humorísticos. (Wikipedia)
- Ambos practican una ética DIY y DIWO, autoproduciendo sus discos, distribuyéndolos y organizando los encuentros y festivales. Optan por la desintermediación y por la financiación colectiva.
Hasta aquí por el momento. Para ir comprobando alguna de estas características, podéis ver algún vídeo de ediciones anteriores: VIII certamen — IX certamen. Los registros audiovisuales que tenemos no son de gran calidad, pero seguimos trabajando para ofrecer documentación grandiosa. La investigación continúa.
12/13/2013 at 10:30 am
😀 vaya investigación más guapa!!
Podías haber añadido algunos de esos versos que tanto te molan: «tengo un piooojoooo…» 😉
Y bueno, más que una ramificación supongo que es un caso de «evolución paralela», algún día añadiremos unos cables y un pedal a un guitarró y veremos qué pasa…
12/13/2013 at 8:14 pm
¡Ya está en marcha!
Es muy gratificante el trabajo de campo 🙂
En cuanto a los versos, la verdad es que podrían salir algunos ejemplos, pero los vamos guardando para más adelante. También para compararlos con algún verso punk.
¡Totalmente de acuerdo en el apunte! De hecho voy a modificarlo ya. Estuve pensando como expresarlo y tiene todo el sentido así, ya que algunas cuadrillas (de la era moderna) son anteriores al surgimiento del punk como género, por lo que es más preciso hablar de simultaneidad que de ramificación.
¡Gracias!
PD: Lo electrificar sería fascinante, ¡es el objetivo de la investigación! 😉
12/16/2013 at 1:28 pm
chulísimo sí! Alfonso te veo publicando un libro de esto.. la portada ya la tienes con esa comparación brutal de las dos fotos. Electrificar el folklore y Folklorizar el punk.. jaja!
12/19/2013 at 8:42 pm
Jeje, ¡estaría muy bien! Incluso hacerlo por entregas, según vaya avanzando la investigación y el conocimiento de los grupos/cuadrillas
De momento me quedo con tu última frase como título posible, jeje 😉 «Punklore»
12/19/2013 at 10:35 am
Ayer oí una banda que se acerca a esto de electrizar el folk rural. Justo desde la otra punta de la península, la banda Montañas. En algunas canciones meten un toque pop y también tienen algo de «western» en la onda de Coronas o Pony Bravo (así suena a mi oido, vamos) lo cual es genial. Canciones cortas y con coplillas repetitivas para pasárselo bien y aprender algo «con sustància» o sin ella 😉 Por ejemplo.
Aquí les hacen una entrevista.
12/19/2013 at 9:12 pm
¡Está guapísimo, Ester!
Y he tenido una de esas coincidencias cósmicas.
Cuando he escuchado la canción que enlazas, «Lo dice todo el mundo«, me ha fascinado, y me ha traido a la memoria otra que escuché, en El Sótano, una tarde de camino a la obra de La Torre y que congeniaba genial con el paisaje. Me acordaba perfectamente de la letra porque se repetía incesantemente a lo largo de la canción. Era una frase histórica, referida a los apellidos de dos familias de un pueblo del norte de España: «Antes que Dios fuera Dios y el sol diese nestos riscos, ya los Feitos era Feitos y los Garridos, Garridos«. Y por ahí he comenzado a investigar. Y tras unos instantes las búsquedas me han llevado a ¡los vaqueiros de Alzada!, de Montañas.
¡Un gran reencuentro, gracias!
¡Y una tremenda historia la de los habitantes de la población y de los vaqueiros!