Camuflada entre las ramas de unos sauces llorones (salix babylonica) descubrimos la construcción de un prototipo de casa en árbol en la zona de huerta de Lorca (Murcia). Fue un encuentro casual y no pudimos dejar de visitar y registrar este gran ejemplo de arquitectura rural del sureste, rizomática, colaborativa, radical y autoconstruida. La publicamos dentro de la serie de reportajes sobre casos de estudio de Autoconstrucción.
Tras el hallazgo, tratamos de localizar al creador, lo cual no fue fácil, pues tras diversas indagaciones, supimos que trabajaba en un mercado, por lo que únicamente se encontraba en casa en momentos concretos del día.
Aunque el tiempo de construcción del prototipo fue reducido (varias horas al día durante unos cinco días, en el verano de 2010) el proceso constructivo se inició años atrás, concretamente el día 09.09.1999, día en el que se plantaron los árboles que constituirían la estructura base y en el que comenzó un tratatamiento de los mismos para orientar el crecimiento de las ramas y adecuarlas como soporte de la casa.
Los materiales de construcción provienen, prácticamente en su totalidad, del reciclaje de elementos que normalmente se utilizan en tareas agrícolas o de jardinería, como palets de madera, cajas de plástico o vallas de jardín, combinados con materiales recuperados como postes de madera o moquetas de césped artificial. Las uniones entre elementos naturales y artificiales están resueltos de forma efectiva asegurando la máxima estabilidad y constribuyendo a la naturaleza híbrida de la construcción, asemejándose a los entrelazados naturales de las ramas.
Se configuran así dos zonas de juegos: una en el interior de la casa y otra bajo ésta, unidas mediante una escalera construida con troncos de madera. Ambas zonas están tapizadas mediante moquetas de césped que se confunden con las hojas caídas del sauce.
De la misma manera, el propietario nos fue mostrando otros árboles que se encontraban alrededor de la vivienda y para los cuales tiene planes similares. El objetivo es realizar todo un entramado de casas en los árboles que rodean la vivienda conectadas entre sí mediante pasarelas elevadas, creando un entorno muy atractivo y deseable para un Barón Rampante contemporáneo. Seguiremos con mucho interés el desarrollo de los acontecimientos.