¿Nuevos aires para la vivienda social en México?

Hace ahora un año, y gracias a una invitación de Sergi Hernández y Guillermo Oliver del estudio mexicano Creartería (1), trabajamos en el Planeamiento y Diseño de un nuevo desarrollo de Infonavit en Jalisco, México, concretamente en Tlajomulco, en la zona metropolitana de Guadalajara. El equipo mexicano fue el encargado de los contactos y del desarrollo paramétrico del loteamiento. En el equipo de Alicante, equipo A ;), colaboramos los colegas alicantinos que ahora forman parte del Proyecto Ásilo, aRRsa! y Sergi como director de orquesta. Desde el principio abordamos el proyecto intentando dar soluciones que superaran la tipología Infonavit y que incluyeran la sostenibilidad urbana, lo cual fue bien acogido por el promotor, deseoso de innovar en el sector.

La «burbuja» de Infonavit

Para los que no conozcáis este tipo de desarollo, ahí van unas imágenes que rescatamos entonces y una pequeña explicación que resume burdamente nuestras pesquisas. Pero antes un dato: en este proyecto debían realizarse 3,000 casas (como mínimo) en un predio de 44 hectáreas.

Al ver estas viviendas y su situación respecto a Guadalajara (porque claramente se plantean como ciudades dormitorio de la capital), os preguntaréis ¿quién quiere vivir ahí?. Entender el funcionamiento del Infonavit ayuda a responder. El Infonavit «es una institución mexicana tripartita donde participa el sector obrero, el sector empresarial y el gobierno, dedicada a otorgar crédito para la obtención de vivienda a los trabajadores y brindar rendimientos al ahorro que está en el Fondo Nacional de Vivienda para las pensiones de retiro». Su misión es facilitar la obtención de vivienda a las personas que no tienen fácil acceso a un crédito hipotecario.

Las empresas promotoras construyen las viviendas y las comercializan con un departamento de ventas que ayuda a la gente a tramitar los créditos Infonavit. Éste paga a la empresa el total de a vivienda y al usuario final se le descuenta de su salario un monto mínimo durante varios años. En la Zona Metropolitana de Guadalajara, los que adquieren estas viviendas suelen trabajar en la ciudad, pero no tienen recursos para adquirir una vivienda más cerca. El crédito está alrededor de 260.000 pesos, muy bajo, pero este tipo de casas es, a veces, la única vía conocida para salir de los slums (asentamientos irregulares con casas autoconstruidas con deshechos). En otros casos, lo compra gente joven (con familia, normalmente) como primer paso en su emancipación pensando en moverse en unos años.

Todo bien, ¿no? Pues no tanto, como en todas partes, la vivienda social tiene mucho de «problema construido» por intereses políticoeconómicos (Aldrete, 1983 p.321). Como resultado, aparece un «paisaje financiero» en el que desarrollan su actividad el Estado y sus instituciones, las empresas promotoras, los particulares, etc. que resultan en:

  • mala calidad e «insuficiencia» de la vivienda
  • falta de servicios urbanos
  • degradación del territorio y el medio ambiente
  • falta de oportunidades sociales para los habitantes

La importancia de conocer el contexto

El primer acercamiento de aRRsa! fue conocer y mapear, en el entorno de la propuesta y  con información pública, esa «realidad Infonavit»:

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Nuestra conclusión fue que Tlajomulco era uno de los municipios de Jalisco donde la especulación había sido más exagerada. Sin embargo, también pudimos ver que algo estaba cambiando. El entonces alcalde Enrique Alfaro Ramírez (un personaje a seguir en materia de política metropolitana) había iniciado un proceso de reconstrucción con propuestas novedosas en movilidad (también ciclovías), agricultura urbana, vivienda e infraestructura. Esta información nos hizo fuertes en nuestra convicción de que podíamos presentar al promotor una propuesta que abordara el Plan parcial desde la sostenibilidad y la cohesión social. Y así lo hicimos.

Líneas de trabajo

Los problemas anteriores pueden difícilmente solucionarse si se enfrentan desde la idea de vivienda como producto terminado y unitario. En este enfoque, las soluciones se basan en el diseño de un objeto «vivienda mínima» y un modo de agregación. Nosotros propusimos enfrentarlo desde la idea de «ecosistemas de habitación», que combina la idea de que lo existente es valioso y que lo existirá debería ser más eficiente (ecológica y socialmente). Nuestras líneas de trabajo fueron:

  • Configuraciones urbanas hacia una mayor diversidad funcional y sensorial.
  • Vivienda mejorable con tecnologías mixtas
  • Servicios e infraestructuras basados en biotecnologías
  • Estudios habitacionales de las micropolíticas de lo cotidiano
Y las herramientas:
  • Diseño paramétrico Grasshopper
  • Lenguaje de Patrones para definir las Familias de Piezas

El promotor aceptó el reto peeero… finalmente, el proyecto se paró porque en conversaciones con el municipio se descubrió que quizá se modificaría el Plan Director Municipal y que esa zona ya no iba a ser urbanizable o cambiarían los requerimientos sobre sostenibilidad en el Plan Municipal Director. ¡Íbamos por buen camino!

Un año después

En las últimas semanas han aparecido una serie de noticias que confirman nuestras intuiciones. Por supuesto, no éramos los únicos en tenerlas, pero toda la historia anterior nos ha hecho recibirlas con cierto sentido de pertenencia 🙂

El 11 de Febrero el presidente de México, Enrique Peña Nieto, anunció su nueva política de vivienda. Como pasa a veces con los políticos, en ese anuncio parece que no cambie nada, pero en el último párrafo ya habla de que «la industria de la vivienda requerirá de ajustes estructurales». La bajada en bolsa del Índice Habita al día siguiente anticipa que esos ajustes no serán fáciles. ¿Por qué? Porque «el subsidio ya no se entregará a derechohabientes del Infonavit y del Fovissste, sino a gente que no tiene acceso a un crédito para la compra de una casa habitación por carecer de un empleo formal». Y esto cambia totalmente las reglas del juego para las grandes promotoras que realizaban las viviendas de 5000 en 5000, con una gran dependencia del subsidio.

Estas empresas, además, han ido realizando inversiones en terrenos que, según la nueva ley, pueden no ser aptas para construir. Por tanto, aún obviando el subsidio, sus tierras podrían no ser aptas ni siquiera para que los derechohabientes (ahorradores del Infonavit) inviertan en ellas los créditos del Infonavit y el Fovisste. De ahí la gran bajada en bolsa. Los criterios de evaluación de tierras están por definir, pero parece que exigirán mayor sustentabilidad, bienes y servicios, empleo, escuelas, centros de recreo y comerciales cerca del derechohabiente.

Reunión de la SEDATU con diputados federales. Imagen: SEDATU

Y aunque todo esto puedan parecer buenas noticias, hay detalles que nos hacen que nos incitan una reflexión sobre las insitituciones que aplicarán la ley:

  • sólo los desarrolladores que dispongan del «aval certificador» que otorgará la nueva Secretaría de Desarrollo Urbano y Ordenamiento Territorial, recibirán créditos del Infonavit y el Fovisste
  • en adelante los empresarios del ramo habitacional deberán «registrar sus tierras en el RUV para que puedan ser evaluadas y determinar si entrarán en los nuevos criterios para los polígonos de actuación donde se enviará dinero para subsidios

Por lo que hemos experimentado en México, pero también en España, sospechamos que sólo si estas instituciones son confiables podremos pensar que  «no se harán menos casas, sino casas mejores».

7 thoughts on “¿Nuevos aires para la vivienda social en México?

  • Estaba escribiendo un comentario que ya era tan largo como un post, 😉 y es que este proyecto despertó muchas preguntas entre nosotros. Intentaré continuar las reflexiones en otro post en mi blog, pero de momento aquí diré que fue fundamental el foco que pusísteis los arrsianos en comprender la situación política de méxico con los infonavits, y en concreto la del municipio en la que se encontraba…descubriendo incluso que era una zona protegida medioambientalmente…ejem, y visibilizando su paisaje financiero. Una realidad tan construida en sus estructuras políticas y empresariales que yo tenía la sensación de no estar haciendo un proyecto de obra nueva, si no de alguna manera, el diseño de las estrategias para una obra de rehabilitación posible, en cada una de las viviendas y en el urbanismo mismo, que serían sus habitantes los encargados de llevar a cabo…(algo, creo, bastante «Hackers de la construcción del entorno»)
    Y la verdad es que, ante la inestabilidad de todo, comenzando por las instituciones públicas, ésa parece la única vía para proyectar futuro…distribuyendo el poder…Y aún así seguimos interactuando con las instituciones, para comprender desde la experiencia propia si es posible no sólo tener una relación de negociación con ellas.

    • Gracias María. Creo que entonces empezábamos a sospechar cosas que ahora vemos claras.
      Esa idea de acercarnos a todos los proyectos, incluso los nuevos, como rehabilitaciones o reformas es lo que permite incluir a todos los agentes que estaban (o estarán, como en este caso los usuarios de esas viviendas). Por cierto, que parece ser el nuevo enfoque de la política de vivienda, más rehabilitación y más tener en cuenta los recursos existentes y más tener en cuenta quién es el usuario y qué capacidad económica tiene.
      Sobre la inestabilidad, creo que, para pequeñas empresas como las nuestras, es buena. Y se está demostrando en el entorno de eGruyere, en los encargos que nos hacen. Los pesos pesados están desconcertados, tanto como las instituciones a las que daban servicios, ahí es donde nosotros entramos :). Pero no creo que nuestro papel sea negociar, sino trabajar al lado si coinciden nuestros objetivos. Así es como estamos funcionando en la Ruta para Artesanas, no damos servicio al ayuntamiento, sino a las artesanas y con ese primer servicio abrimos un mercado que nos interesa trabajar. Pero no lo hacemos «asistencialmente», como lo haría la institución por su misma esencia. Por lo que cuentas de vuestro trabajo en la Vega Baja, la lógica es parecida. Me va a encantar leerlo! y tu post sobre México también! 😉

  • Qué momento tan grande cuando alguien descubrió la ciclovía y la colocó sobre el mapa virtual! De repente sentí que todo era posible! 🙂
    Al rededor de este proyecto «virtual» nacieron muchas preguntas y muchas reflexiones, ¿cómo construir y reflexionar en un lugar no físico? o ¿cómo hacer mejores viviendas bajo la mirada de ese «paisaje financiero»? o ¿cómo hacer entender que construir casas preparadas para ser Hackeadas era un futuro deseable? Muchas cosas se quedaron en el tintero, pero las reflexiones y el aprendizaje siempre queda (que en mi caso fue mucho).
    Me parece de una fidelidad admirable que hayáis estado atentos a las políticas mexicanas, tras estos anuncios de ajustes estructurales solo queda no perder el resatro y ver hacia donde se mueven las fichas del tablero, esperemos que hacía espacios más habitables, viviendas de calidad y entornos mejor equipados.
    Estoy pensando, que la base del cambio de este modelo está en la educación de los mexicanos, si éstos se empoderan y aprenden adquirirían simplemente la capacidad de decidir, y exigir mejores viviendas y mejores entornos, Desgraciadamente esta reflexión se queda muy coja en el entorno socio-político en que se encuentra México. Un bottom-up de estas características todavía tendrá que esperar algún tiempo de maduración.
    Saludos 🙂

    • Paula, gracias por tu reconocimiento. Ya sabes que México nos interesa personalmente pero también es un ejemplo «privilegiado» de la financiarización de la vivienda y el paisaje. Lo cual no es malo en sí mismo, lo malo es la escala. Pero, como ya vimos entonces, necesitamos comprender los agentes de ese «pasiaje financiero» y saber cómo funcionan para poder relacionarnos con ellos. Encontrar en Tlajomulco, un municipio especialmente afectado por las peores consecuencias de esa financiarización, iniciativas que pretendían humanizar ese pasiaje sí que fue una alegría. Yo lo veo un gran ejemplo de la esperanza que da la información accesibe y distribuida. Si tu comentario sobre la «necesidad de educación» va por ahí, estamos de acuerdo 🙂

      Abrazos!

      ps: ya hemos fichado tu blog, que no lo conocíamos…

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